La rejilla industrial es una reja que se conforma por soleras de acero y varillas atiesadoras que se unen eléctricamente de forma equidistante. En tanto, el proceso de electroforjado brinda, un terminado uniforme y homogéneo, así como una gran resistencia y calidad en cada uno de estos productos. El uso de rejilla metálica es cada vez más frecuenta, puesto que garantiza una gran durabilidad, resistencia y versatilidad gracias a sus acabados y colores.

El proceso de fabricación de la rejilla electroforjada se lleva a cabo mediante la unión de soleras colocadas en paralelo y de canto con varillas atiesadoras, por medios de la combinación de un arco eléctrico y presión llamado electroforjado. De esta manera se garantiza la fusión de los componentes en cada intersección. Asimismo, esta rejilla se caracteriza por estar laminada en caliente con bajo contenido de silicio y este tipo de material tiende a soportar grandes cargas. Es importante mencionar que se debe considerar  el uso que se le dará a la rejilla metálica y la carga a la que estará expuesta para así determinar el tamaño de ésta, la distancia entre las soleras así como su peralte y calibre.

Por su parte, la varilla atisbadora con la que se fabrica la rejilla de acero electroforjado se dispone transversalmente con respecto a las soleras portantes, las cuales tienen la función de unir y mantener constante la distancia entre las pletinas portantes. Las rejillas de acero se pueden  elaborar en acero al carbono con superficies lisas o dentadas y acabados pintado, galvanizado o natural.